Yin yoga. La dulzura, feminidad y pausa.

Yin Yoga en Ubuky El Prat del Llobregat

Hace varios años descubrí la práctica de yin yoga de la mano de Mariona Royo. En ese momento habían pocas formaciones o especializaciones que hicieran énfasis en la vertiente «yin» del yoga.

La práctica de yin yoga es una aproximación a la feminidad, la pausa, el lado más interno e íntimo de la vida y el yoga. Lo que más me sorprendió entonces fue mantener las posturas durante un largo tiempo pero disfrutando, sin ningún esfuerzo ni activación del cuerpo. La consecuencia de este momento de estático fue que me pude soltar totalmente.

El yin y el yang

El Yin y el Yang es la teoría filosófica taoísta que explica el funcionamiento y relaciones de todas las cosas y de todo el universo, donde a través del cambio y el movimiento de una energía al otro se crean todas las cosas.

Originalmente Yin es el lado oscuro de la montaña y Yang es el lado soleado de la misma. Ambos forman y son la montaña en sí. Un lado no puede ser entendido si no es en relación al otro.

Yin representa la oscuridad, la quietud, lo femenino, interno y frío. Yang representa la luz, la acción, lo masculino, externo y caluroso. De la perfecta armonía entre ambos depende el equilibrio, la salud o la belleza. Además existe una transformación constante del Yin al Yang y del Yang al Yin. El movimiento del universo.

El taijitu (símbolo blanco y negro que representa este movimiento), vemos como el blanco inicia lentamente al final de la cola, va creciendo hasta llegar a su máximo esplendor. Entonces en el centro aparece un punto negro, que permitirá al negro surgir, crearse y crecer para llegar al máximo esplendor de donde aparece un punto blanco. Y así continuamente y sin pausa.

La teoría de los cinco elementos

La filosofía taoísta siempre en conexión con la naturaleza, explica las estaciones o fases del año dentro de este baile de energías yin y yang: madera, fuego, tierra, metal y agua.

La primavera, es el nacimiento, el inicio del Yang tras el invierno, el elemento que le corresponde es la madera. El verano es el máximo apogeo de Yang, el calor, el fuego. El verano tardío, después del apogeo, donde el calor se detiene y empieza a aparecer energía Yin, la estación de la tierra, del equilibrio. El otoño es el declive, donde la energía Yin se hace fuerte, fría, la estación del metal. Llega el invierno, la muerte o el final, dominio de la energía Yin, la estación del agua.

El fenómeno Yin

És en este contexto filosófico donde nace el fenómeno del Yin Yoga. Surge en Estados Unidos como práctica estática y de descanso en contraposición de las prácticas muy Yang, dinámicas o activas en las que se está convirtiendo el yoga moderno. Combina la práctica de yoga (en posturas estáticas y respiración consciente) con el conocimiento de la teoría de los elementos y meridianos de la medicina tradicional china, aportando una visión energética de cada postura.

Trabaja la consciencia y las sensaciones, tanto externas como internas. Se busca soltar y aflojar. Para ello el bhavana o soporte que podemos usar durante las clases es:

Sentir, Soltar, Sonreír

Sentir la postura con todas sus sensaciones agradables y desagradables, soltar las posibles molestias aflojando toda la musculatura y permitiendo que la postura actúe, sonreír hacia nuestro cuerpo, postura, respiración y estado en este momento.

El lado femenino de la vida

El Yin Yoga es una práctica para soltar la resistencia física, mental y emocional. Nos acerca a las tensiones y molestias más profundas, causadas generalmente por cuerpo emocional y nos aporta la capacidad de observar y aceptar.

La visión que más me atrae del yin yoga en sí, es la dulzura que con la que nos aproximamos a las posturas. La amabilidad hacia nuestro cuerpo y estado. Conectando con este lado femenino de la práctica, el cuidado, la presencia, el nutrirnos.

La mayoría de las posturas inciden de un modo u otro en el agua. Primero estirando y comprimiendo los tejidos, sobre todo la fascia, para que ésta se vuelva a hidratar. Segundo trabajando los puntos de los meridianos relacionados con el agua: el meridiano de los riñones y el de la vejiga. Por último acercándonos a las emociones más internas desde el fluir suave y la respiración tranquila.

El agua es feminidad, es vida, es yin. Nos nutre y revitaliza y es tan necesaria como el sol que nos carga de energía. No debemos olvidar nuestro lado femenino e interno. Esta agua que gota a gota va construyendo su camino en la vida.